Costos del ajuste contra costos del desajuste
El trabajo de un buen economista, al menos en términos de lo que nos explicaba Frédéric Bastiat, es advertir sobre aquellas cosas que no se ven fácilmente cuando se habla de economía. Friedrich Hayek, en la misma línea de Bastiat y siguiendo una tradición que empezó con Adam Smith, nos enseñó sobre las consecuencias no intencionadas de las acciones, tanto individuales de las personas, como de los gobiernos en tanto hacedores de políticas públicas.